Dejar de Fumar por Autohipnosis

Como Dejar de Fumar por Autohipnosis

En primer lugar,  intentemos analizar las razones por las cuales fumamos. Se trata de comprender con lucidez los problemas de la infancia y la adolescencia  que nos llevaron a fumar un cigarrillo y luego a repetir el acto, ya sea para compensar una frustración, para seguir un modelo paterno, para integrarse en un grupo, etcétera.

La imagen mental constructiva.

Después, nos forjaremos la imagen mental del no fumador en que vamos a convertirnos, incluso que somos ya. Soy lo que pienso. A partir del momento en que me veo liberado del tabaco, empiezo a impregnar mi subconsciente de esta imagen. Me veré inconscientemente incitado a vivir libre del tabaco y rechazaré sin esfuerzo el cigarrillo que me ofrezcan. Llegaré incluso a apreciar en su justo valor el olor del humo del tabaco, olor acre,  incluso repugnante  para la persona no intoxicada. La imagen mental impregnada en el subconsciente permite actuar de manera relajada, sin sentimiento de culpabilidad.

La frustración.

Frustración del Fumador.
La irritabilidad del fumador que quiere abandonar el tabaco se debe, casi siempre, a la frustración que experimenta. Se enfrenta a procesos fisiológicos de desintoxicación, pero también, en el plano psicológico, se encuentra en estado de carencia en relación a otros que gozan todavía del derecho a fumar. A veces, el fumador engorda como compensación a un proceso de frustración. Se siente tentado a reemplazar el cigarrillo por una mayor cantidad de comida. En ese caso, hay que tomar con más abundancia vegetales crudos. Las frutas y las hortalizas no causan obesidad y pueden satisfacer las ganas de comer un poco más que se despiertan al principio. Por otra parte, los depósitos de nicotina y alquitrán que se han formado en el interior del organismo  reclaman más nicotina y más alquitrán. Incitan a fumar.
Las frutas y las hortalizas permiten obtener una eliminación más rápida de esos depósitos tóxicos indeseables. Lo mismo ocurre en ciertas esencias vegetales (aromaterapia).

Un firme compromiso.

Hay que evitar autosugestionarse negativamente diciendo, por ejemplo:

 «Voy a intentar dejarlo. No sé si lo lograré. Temo que no podré resistir la tentación. Ya veremos lo que pasa. De todas maneras, si no lo consigo, no seré el primero, etcétera».

 Al contrario, hay que comprometerse frente a los demás, y frente a uno mismo y recurrir con determinación al método Dejar de Fumar por Autohipnosis. No cometa el error de chupar  un palo de regaliz, o un trozo de madera, o caramelos. El proceso “oral”  correspondiente a una necesidad de compensación de una frustración muy antigua no se rectificaría, y  las ganas de fumar permanecerían subyacentes.

Vigilancia.

Por regla general, el que abandona el tabaco atraviesa por dos períodos críticos:

• - Hacia los tres meses después de haber dejado de fumar, surge un violento deseo de saber qué gusto se le encontrará a un cigarrillo. Uno solo no hace nada. En realidad, si fuma usted un cigarrillo, hay muchas posibilidades de que recaiga en el vicio.
• - Un año después, poco o más o menos, puede reaparecer el mismo deseo. Hay que intensificar entonces las sesiones de Dejar de Fumar por Autohipnosis.

Lo mismo ocurre con el bebedor, ya que lo que acabamos de decir sobre el tabaco se aplica muy bien a la persona alcohólica.