VITAMINAS PARA EL ESTRÉS

Vitaminas o Suplementos para combatir el Estrés.

Mi esposo cree que las cápsulas de vitamina B le ayudan cuando tiene presiones en el trabajo.
¿De veras son benéficas?

Algunas vitaminas B sí participan en el funcionamiento del sistema nervioso, pero no hay pruebas de que los complementos ayuden a las personas a enfrentar el estrés.

La producción de hormonas, como la adrenalina, puede aumentar un poco la necesidad de algunas vitaminas y minerales, pero no las del grupo B específicamente.

En cualquier caso, este ligero aumento puede satisfacerse con una buena dieta que incluya muchas frutas frescas, verduras y granos integrales, además de cantidades menores de alimentos proteínicos como carnes magras, pescado, huevo, pollo, queso y otros lácteos. Un complemento de multivitaminas y multiminerales puede ayudarle, pero no compensa una dieta pobre.

Aconseje a su esposo no omitir comidas ni engullir comidas rápidas o antojitos grasosos. Si regularmente come en restaurantes, existen varias maneras sencillas de escoger alimentos saludables.

También es importante darse tiempo para el ejercicio y el descanso, y no beber ni fumar más de lo usual.

COMPLEMENTOS EN DOSIS ALTAS.

He leído que algunos complementos pueden ser nocivos si te toma en dosis altas. ¿Cuáles son los que provocan problemas?

Algunos complementos pueden perjudicar cuando se toman en grandes cantidades porque se acumulan hasta niveles peligrosos en los tejidos corporales. Es rara una intoxicación por las vitaminas hidrosolubles (solubles en agua) B y C porque el cuerpo no las almacena en cantidades considerables, cualquier exceso se excreta en la orina. Aun así, se ha sabido que dosis altas de vitamina C provocan diarrea y aumentan la producción de los cálculos renales en las personas que ya son propensas.

De manera similar, cuando la vitamina B6 se toma en cantidades muy grandes durante meses o años (como hacen algunas mujeres para combatir el síndrome premenstrual), puede provocar serios desordenes del sistema nervioso. Los problemas cesan sin dejar secuelas una vez que se suspenden las dosis.

Las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) representan mayor riesgo por que no se excretan, sino que se almacenan en el hígado y en los tejidos grasos.

Los daños mas graves se han reportado con dosis altas de vitamina A:
pueden perjudicar el hígado y los huesos, y ocasionar caída del pelo, visión doble, vómito y dolores de cabeza, así como el riesgo de defectos congénitos en bebes de mujeres que toman sobredosis en el embarazo. Los especialistas aconsejan que las embarazadas eviten cualquier complemento de vitamina A y el hígado o el paté de hígado porque el alimento de los animales lleva complementos altos de vitamina A. Para el resto de la gente, el mejor consejo es evitar los complementos de vitamina A, pues se obtiene suficiente de los alimentos.

La vitamina D también puede ser nociva cuando se toma en grandes cantidades. Casi todas las personas obtienen suficiente de la luz solar, la cual hace que se elabore en el organismo, y de alimentos como pescados grasos y yema de huevo. Las mujeres embarazadas y las que están lactando deben aumentar el consumo en su dieta.

¿ALIMENTOS “MILAGROSOS”?

He oído cosas sorprendentes acerca de los beneficios de suplementos como el ginseng. ¿Qué son estas sustancias y pueden de veras beneficiar la salud?

Los suplementos de este tipo son muy populares, pero poco de lo que se dice de ellos de ha comprobado. La ley prohíbe tales aseveraciones excepto cuando las apoyan pruebas científicas. Éstos son algunos de los suplementos con los que se puede topar:

• Algas verde-azules: crecen silvestres en los lagos y se cultivan en pozas. Contienen algunas proteínas y beta caroteno, pero la proteína es de poca calidad y no hay prueba de sus efectos milagrosos.

• Coenzima Q10: sustancia natural en todas las células del cuerpo, químicamente similar a las vitaminas E y K, que interviene en la producción de energía. Algunos creen que aumenta la energía y que tiene otros efectos benéficos, pero no se ha comprobado nada.

• Aceite de onagra o prímula: extracto de sus semillas, rico en ácidos grasos, especialmente ácido gamalinolénico, que se ha demostrado ayuda a tratar el eccema.

• Ginseng: producto obtenido de la raíz de una planta que crece en el Lejano Oriente. Se habla mucho acerca de sus propiedades tónicas y terapéuticas; algunas pruebas sugieren que pueden estimular la producción de hormonas, aumentar el vigor y combatir algunas enfermedades.

• Guaraná: extracto de las semillas de un arbusto amazónico. Se asegura que aumenta la energía, la resistencia, el vigor, la vitalidad y la agudeza mental, lo cual no sorprende porque contiene algo similar a la cafeína.

• Jalea Real: se vende en cápsulas, líquida o con miel. Se afirma que da energía y combate infecciones, pero, aunque es un excelente alimento para las abejas, no se ha demostrado que haga mucho por los seres humanos.

CÓMO COMPRAR COMPLEMENTOS DE VITAMINAS Y MINERALES.

No siempre es fácil comprar pastillas de vitaminas y complementos alimenticios.
Considere estos puntos antes de comprarlos:

¿Complementos simples o compuestos?

A menos que su médico diga lo contrario, es mejor un complemento con multivitaminas y minerales porque algunos nutrimentos sólo se absorben en presencia de otros.

Un buen complemento debe incluir vitamina A; vitaminas B (tiamina, riboflavina, niacina, ácido pantoténico, pirosidina, vitamina B12, ácido fólico y biotina); vitaminas C, D y E; y los minerales calcio, hierro y Zinc.

¿Natural o sintético?

En casi todos los casos, no existe diferencia química o nutricional entre las vitaminas naturales y las sintéticas. La excepción es la vitamina E, pues la natural es más potente que la sintética.

¿Son mejores los de acción prolongada?

Algunos complementos se diseñan para liberar los nutrimentos durante un periodo largo. Son más caros, pero no existe prueba de que esta lenta liberación los haga más benéficos para usted.